02 junio 2014

Así serán los líderes del futuro

Las empresas son organizaciones complejas y desde ese un punto de vista estratégico, si entendemos la estrategia como la adaptación de la empresa al entorno donde compite, se requiere flexibilidad para adaptar la empresa, la organización a ese entorno cada vez más cambiante. Y esta flexibilidad se traduce en adaptar los productos o servicios que quieren los clientes para atenderlos mejor, en adaptar la empresa a las necesidades del negocio, y en contar con nuevas capacidades y habilidades de nuestro personal para competir.

Pero como siempre digo a mis alumnos, a mayor complejidad del entorno por existir, más y mejores competidores, mercados y clientes globales y exigentes, hay que apostar por hacer las cosas más sencillas en las empresas, implementar mecanismos y procesos más simples. Esto requiere la formación de líderes capacitados para afrontrar este entorno.

En esta línea, la empresa Movistar puede ser un ejemplo reciente de ello al disminuir su estructura de gestión, aplanando los niveles jerárquicos para reducir los tiempos de decisión. Es decir, en un entorno cada vez más complejo, debemos adaptar nuestra empresa a estos cambios pero de una forma que no suponga mayores complejidades para la organización, tender a lo sencillo sin caer en la falta de rigor, de análisis y de ejecutar los cambios que se vean necesarios, posibles y oportunos.

Todas estas adaptaciones y mejoras en las organizaciones exigen una alta capacidad para tomar decisiones, muchas de ellas nada fáciles, que debería ser inherente al papel del líder de la empresa y de su equipo. Y digo líder diferenciándolo claramente del gestor de empresa, porque hoy día una empresa no sólo debe estar bien gestionada sino también bien lideradas.

Pero ¿qué se entiende por líder? ¿Quién lo es en una organización empresarial? Para contestar recurro a los sabios consejos de un antiguo profesor mío que me enseñaba que el buen directivo tiene cualidades tanto de gestor como de líder:

  • El buen directivo tiene los conocimientos y las habilidades propias de su actividad.
  • Es íntegro y genera confianza hacia su gente.
  • Es consciente de su propia valía
  • Es tenaz ante las dificultades, pues los procesos de cambio, cuya gestión le corresponde, siempre van cargados de incertidumbre.
  • Tiene iniciativa, es innovador
  • Conoce a sus colaboradores, sus capacidades y se interesa por ellos
  • Sabe fijar objetivos, claros, concretos y ambiciosos pero alcanzables.
  • Reconoce los logros porque alienta a seguir mejorando
  • Es firme cuando tiene que llamar la atención pero al mismo tiempo orienta y apoya a su colaboradores
  • Y entrena a su equipo con tacto y paciencia.

Sabios consejos que aspiran  a la excelencia en la dirección de las empresas, ¿imposible? en absoluto, ¿ambicioso? por supuesto, por eso no todas las empresas y sus equipos son iguales, eso sí, es el camino al que todo líder empresarial tiene que apuntar.

 

 Juan Díaz del Río,

Director del Máster MBA de EUDE Business School 

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